Así ha evolucionado la factura electrónica en España durante 2020
Madrid registró en 2020 los mayores volúmenes de emisión y recepción de facturas electrónicas a nivel nacional, aglutinando también al mayor número de empresas emisoras y receptoras de e-facturas.
SERES, especialista en el intercambio electrónico de documentos, ha publicado su “Estudio comparativo del uso de la factura electrónica en España” un análisis de las distintas Comunidades Autónomas y sectores de actividad en España entre 2019 y 2020.
En el informe se destaca que la Comunidad de Madrid ha liderado durante 2020 la emisión de facturas electrónicas con el 36,81% de las facturas emitidas en España, respondiendo a un ligero aumento respecto a 2019. A continuación, Cataluña con el 27,27% y Andalucía con el 10,54%. Al mismo tiempo, la CAM lideraba también la recepción de facturas electrónicas a nivel nacional.
Dicho estudio refleja un aumento del volumen total de facturas electrónicas emitidas en España durante el 2020, ascendiendo este a 240.731.047, lo que supone un aumento del 16% respecto a 2019. El uso de la factura electrónica en 2020 permitió el ahorro de más de 1.868 millones euros en costes de gestión y evitó un uso de papel equivalente a 12.960 pinos, ahorrando además un tiempo en horas de trabajo equivalente a 515 años laborables.
La factura electrónica está mucho más presente en el sector servicios, siendo el 61,78% de los documentos emitidos en este ámbito. La industria, por otro lado, responde al 27,81% de los documentos emitidos y el sector primario se encuentra en el último lugar representando solamente el 0,46% de los documentos emitidos y el 0,54% de los recibidos.
En cuanto al tipo de empresa, los pequeños negocios lideran el uso de la e-factura con el 34,78% de las emisiones totales. Las empresas medianas representan el 34,02% de las emisiones y la gran empresa el 15,78%. Las empresas que más emiten sus facturas de forma electrónica pertenecen a la industria manufacturera, el sector retail, la construcción, las empresas suministradoras de agua y energía y el comercio.
La pandemia ha desatado el auge de los servicios de facturación electrónica siendo este un contexto que, en cierta medida, ha obligado a anular la presencialidad en las relaciones comerciales y gracias al que la firma y la factura electrónica han tomado una importancia significativa.