La máquina de Anticitera sigue sorprendiendo con nuevos descubrimientos

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Un reloj-calendario que serviría para calcular la fecha de los Juegos Olímpicos.

Esa parece ser la explicación que más consenso obtiene entre los estudiosos de la denominada máquina de Anticitera. Sin lugar a dudas el gadget más antiguo conocido que haya realizado el hombre. La complejidad del cálculo del año solar reside en que nuestra órbita en torno al astro rey es elíptica y por tanto algo más compleja de predecir que si trazase un círculo perfecto. Ahí es donde entra en acción este peculiar mecanismo que al parecer y según recientes estudios aplicaba variables de corrección en sus engranajes para adecuarse a esta circunstancia, con la peculiaridad de que este tipo de ruedas difrenciales no comenzaron a usarse hasta el s. XVI.

El catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad Puget Sound profesor James Evans junto con un grupo de colaboradores ha  construido un modelo funcional de la máquina de Anticitera en la que han introducido un elemento que mediante rayos X se ha comprobado que existe en el interior de la misma, un disco asimétrico que simula el tránsito zodiacal asignando recorridos no idénticos a cada período del año para así reproducir la mencionada órbita elíptica solar y el efecto aparente de su viaje por el firmamento que nos sirve para medir un año solar. ─Antonio Rentero [Universidad Puget Sound]