Los altavoces más famosos de Harman/Kardon se vuelven inalámbricos

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Son probablemente unos de los altavoces más reconocibles y de los pocos en los que la estética rompedora y singular no ofrece un pobre resultado auditivo. Obra del niño mimado de Apple, el diseñador británico sir Jonathan Ive, los altavoces transparentes Soundstick se han hecho mecedores, incluso, de un hueco en el prestigioso MoMA, el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Hasta ahora la tecnología imponía una seria limitación a la que indiscutiblemente sea su principal seña de identidad, la apariencia casi de obra de arte, y no es otra que el peaje de los cables, necesarios tanto para la alimentación eléctrica como pRa la llegad del sonido a reproducir. Ahora gracias a la tecnología Bluetooth los antiestéticos cables desaparecen y los Soundsticks son más Arte que nunca.

Los altavoces Soundstick llevan más de una década figurando por derecho propio en el podio del diseño de altavoces. Pero los inevitables cables rompían la pureza de líneas de que hacen gala.

Menos mal que al cabo de los años a alguien se le ha ocurrido que si ya llevamos tiempo con soluciones inalámbricas aplicadas a altavoces de diseño más convencional, la mejora no sólo en comodidad sino también en la parte estética se potenciaría enormemente en este modelo.

Dicho y hecho.

Ofreciendo la misma potencia habitual (10 watios en los satélites y 20 en el subwoofer) pero sin cables de por medio y con un ligero aumento de precio, pasando de $200 a $230, habrá que esperar a ponerles las manos (bueno, las orejas) encima para comprobar si el paso del cable al Bluetooth supone una pérdida de calidad de sonido imperceptible, asumible o notoria. -[Harman Kardon]

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