Cómo hervir agua sin producir burbujas gracias a las nanopartículas

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Cuántas discusiones en la cocina a cuenta de si has puesto la pasta o el arroz o las legumbres en el momento adecuado, dependiendo de si había burbujas en la superficie del agua o no y de la intensidad de las mismas.

Si comienza a emplearse esta técnica en el ámbito doméstico no te va a quedar ni la excusa de “pero si ya se veían las burbujitas, cariño”. Y todo gracias al efecto Leidenfrost que permite que el calor de las nanopartículas que forman estas bolas metálicas transfiera su calor al agua que la rodea sin llenar todo el recipiente que la contiene de las habituales burbujas que aparecen cuando el agua entra en ebullición.

El vapor generado en torno a esas nanopartículas a 400 grados centígrados no escapa mucho más lejos de su superficie pero sí va contribuyendo a elevar la temperatura del agua hasta que se equilibran sus temperaturas, momento en el que el agua alcanza los 100 grados en una calma inusual, carente de las habituales burbujas… con los peligros que puede comportar esto en casos de querer comprobar dicha temperatura metiendo la mano, ojo con eso.

Vaya, quizá después de todo no sea algo tan práctico para la vida cotidiana. -[Nature]

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